lunes, 27 de junio de 2022

Experiencias fantásticas en la Feria del Libro de Madrid 2022 (2)

Continúo mis experiencias en la Feria del Libro de Madrid 2022 que empezaba ASÍ

Por lo tanto, y hablando ya de la Tierra Incontable, vendimos tanto el “Círculo Primero: el Despertar” como el “Círculo Segundo: Viaje a la Profundidad” como las “Historiasde Sirenas”, pero por supuesto, y como no podía ser de otra manera, la indiscutible estrella fue el cómic de “Arn, el Navegante”, que se agotó. No es casualidad: un cómic dibujado por Raúlo Cáceres que está triunfando en Alemania y cuya edición francesa con páginas añadidas está prevista para el año que viene, ha sido sin duda la mejor de las maneras para estrenarme como guionista del medio. Ah, y también hubo gente atraída por mi libro de viajes, “La Vuelta al Mundo en 111 Días”, cuya especial historia dedicada a mi fallecida esposa sigue conmoviendo los corazones de la gente de una forma que, la verdad, no esperaba. 



            Lectores, lectores, y más lectores: lectores nuevos, que me decían que iban a enviar mis libros a lugares tan distantes como Venezuela. Lectores veteranos como Lara, que a sus 16 años está escribiendo y seguro que muy bien porque sé que muy bien lo hacía ya, y que con 10 años sostenía mi libro infantil entre sus manitas casi sin alcanzar el mostrador y me aseveraba con rotundidad que “este es mi libro favorito de toda mi vida”. Lectores familiares, como mi prima Laura y su hija o mi prima Lola Álvarez Feito (quedaos con su nombre, porque algún día la gente descubrirá lo grande que es su poesía, y conocerá de paso la diferencia entre un/a poeta de verdad y un/a juntapalabras). Amigos que pasan a ser lectores, de los que de repente descubren que esto mío no es una baladronada ni una pose sino una profesión, y de repente deciden que ya que están se van a leer algo aunque solo sea para criticarme después (yo también os quiero, muchachos/as)… 


            Y lectores que te sorprenden de verdad, como una chica llamada Irene (creo recordar… y perdóname si me equivoco, pero la vorágine de la feria siempre me juega malas pasadas de este tipo) que se plantó delante de mí con una sonrisa entusiasta y una actitud que sugería que nos conocíamos en persona… y no, no era así, pero ella estaba muy contenta de hacerlo, porque era lectora. Lectora veterana. Tan veterana que tenía TODOS mis títulos de la Tierra Incontable (y con Alberto Santos llegué a publicar seis… que sí, ya rescataremos, hay que tener paciencia), se conocía la historia al dedillo, y quería más. Y se llevó las nuevas ediciones del Círculo Primero y del Círculo Segundo, porque lo demás ya lo tenía. Y se le iluminaron los ojos cuando le confirmé que, efectivamente, estoy trabajando en el Círculo Quinto, aunque no tengo ni idea de cuándo lo acabaré. Tal y como le dije, escribo para lectores como ella, que son los que me animan a seguir en esos momentos en los que no tienes ni idea de si le interesará a alguien eso que estás haciendo. 



            Y sí, por muchos años que pasen y muchos libros que vendas, esos momentos siguen estando ahí. 


            Pero creo que eso es algo que nos pasa a todos, la verdad. Porque después de tantos años, y de compartir stand (y amistades) con profesionales tan variopintos que ofrecen propuestas tan diferentes (desde guías de videojuegos con un público muy limitado a superventas de parodias o a escritores “serios” de sesudos ensayos académicos), te das cuenta de que hay algo que nos une, y es la pasión por lo que hacemos… y a veces, la duda de si lo que hacemos vale realmente para algo. Pero la verdad es que visto el gentío que nos ha visitado este año, y lo bien que nos está yendo a todos (o eso me han confirmado compañeros de la talla de Isaac Sánchez “Loulogio”, Enrique Vegas, Rocío Cuervo o Diego Moldes), lo único que podemos hacer es dar las gracias y seguir adelante. Y eso haremos, porque como siempre, no tenemos otro remedio. 


            ¿Y cómo íbamos a hacerlo, si sabemos que no nos lo perdonaríais jamás? 


            Así que tranquilos, porque ahora que la feria ha vuelto, y ha vuelto del todo, tenemos libros para rato. De todo tipo, de todo pelaje, y de toda condición. Y los que no tenemos ahora mismo, los tendremos muy, muy pronto. Os lo prometo. 

 

 





 

 

 


miércoles, 15 de junio de 2022

Experiencias fantásticas en la Feria del Libro de Madrid 2022 (1)

 En el año 2011, fui a firmar a la Feria del Libro de Madrid por primera vez. A esas alturas, llevaba incontables años asistiendo como espectador, y soñando como tantos otros que algún día mis libros estarían allí expuestos y a la venta. Hoy en día, me parece muy normal entrar en una gran superficie y encontrarlos en las estanterías, pero en aquel entonces parecía un sueño altamente imposible, y no eran muchos los que ayudaban a mantener viva la llama de que algún día… 


            Sin embargo, en aquella ocasión tan histórica, mi paso por el stand de una multinacional para firmar el libro que había escrito acerca de Alejandro Jodorowsky fue apenas un testimonio, o más bien un sueño cumplido al fin… por lo que teniendo en cuenta que al año siguiente fui con el Círculo Primero publicado por Alberto Santos y arrasamos en firmas y en cifras de ventas, siempre la consideré como la feria número 0 para mí. Así que, por lo tanto, la presente feria de 2022 sería mi número 10, sin que haya faltado a ninguna desde entonces. No está mal, para un sueño inconcreto que empezó en hojas sueltas de apuntes de una carrera tediosa. 



            Y no voy a hacer balance porque además no tendría espacio, sino que voy a hablar de lo que ha pasado esta vez. De cómo hemos revolucionado la feria entera con esos elfos tan hermosos y tan especiales llamados Jairo, Ángela, Brandon, Claudia y Rosalía. Unas personas que han pasado de ser lectores de la Tierra Incontable a personajes de carne y sangre, caracterizados de tal manera que han hecho posible algo parecido a un milagro. ¿Y cómo iba a resistirse la gente a un sosías de Rayleth de Aleth, con el sigilo de la Casa de Aleth grabado en su cinturón, su arco más alto que él y un homenaje a los Caballeros del Guante Rojo en el brazo? ¿O a su compañera de Aniïl, elegante como una afilada nube gris pero igual de guerrera que él con la mente y con la espada? ¿O a esa maeorlynn de incógnito capaz de doblarse como un junco o de danzar al compás de la música de un cazador de talla gigante que podría ser un compañero del mismo Alterwynn? ¿O a la mismísima Reina de los Hombres, a la que debido a uno de sus retorcidos experimentos con la magia han acabado saliéndole cuernos? No, eso último aún no ha pasado en los libros… pero pasará pronto, porque así son las historias, y así nos las inspiran quienes las viven y las disfrutan. 



            Con semejante plantel, ¿cómo no triunfar? Estos días de redes y de conexiones exigen presencia… ¿y qué mejor presencia que una que invita a la fotografía, al jolgorio y a la magia? Habiendo diseñado para la ocasión el grandísimo e imprescindible Raúlo Cáceres una hermosa tarjeta de visita hacia los mundos de la Tierra Incontable, repartimos todas las que pudimos a quienes quisieron aceptarlas, que fueron todos. Ahora sé lo que es eso de incendiar las redes sociales, literalmente… 

            Pero nada de todo eso tendría sentido si no fuese por vosotros, los lectores. Personas que venís a comprar los libros, que confiáis en las recomendaciones que os damos ya sea on line o en persona, que estáis dispuestos a escucharnos y a gastar un poco de vuestro tiempo en sumergiros en lo que hacemos nosotros, y descubrir así algo que puede que os guste mucho, o puede que no. A fin de cuentas, los gustos no son universales, y nosotros, los que escribimos libros, hacemos lo que podemos… 

            De ese modo, el martes 31 estuvimos para empezar en la caseta 177 de Imágica Ediciones, con nuestro amigo y culpable de muchas cosas Alberto Santos, vendiendo un buen puñado de mi libro infantil ¿De Qué Están Hechos los Sueños?, título por el cual sigo sintiendo especial orgullo y satisfacción, y al que tal vez muy pronto se una otro… y hasta aquí puedo escribir. De momento, un libro escrito y publicado hace ya seis años sigue gozando de magnífica salud, y los que entonces eran niños y lo disfrutaron siguen viniendo a decirme cuánto les gustó, y cuánto les sigue gustando. Ya decía el gran Michael Ende lo difícil que era crear un libro que fascinase por igual a pequeños y a grandes o que siguiera fascinando a grandes una vez dejasen de ser pequeños, así que haberlo conseguido es algo que me hace muy, muy feliz. 


            Y después de eso, todo el finde del 4, 5 y 6 de junio nos fuimos a la caseta 290, cómo no, de Dolmen Editorial, donde los grandísimos Larisa y Javier me hicieron sentirme tan a gusto que no puedo expresarlo con palabras, tanto con sus bromas como su profesionalidad, siempre sonrientes y siempre efectivos. Por supuesto, la mayoría de vosotros no sabéis (ni tenéis por qué saber) cuáles son los entresijos de nuestra profesión y de esta vida que a veces parece la de un feriante, donde tener una silla cómoda o una botella de agua cerca marcan muchas veces la diferencia entre una buena y una mala sesión de firmas, o las personas que os atienden a los que venís a comprar son rápidas y eficaces dándoos el cambio u ofreciéndoos una bolsa o un marcapáginas… pero os aseguro que es muy, muy diferente, estar firmando durante horas y horas en un stand donde el ambiente es agradable y distendido que en otro donde no lo sea. Y Larisa y Javier lo han hecho posible, y hay que estarles muy, muy agradecidos. Gracias, chicos, y espero que esta no sea ni mucho menos la última vez que trabajemos juntos.